jueves, 18 de agosto de 2011

Pieles (2006)

Basada en una novela de F. Paul Wilson (hasta el momento inédito en España), el maestro italiano del horror Dario Argento nos regala una obra maestra mayúscula, y la mejor película de Masters of Horror 2. En Pelts no destaca nada en especial, porque todo es especialmente bueno, y la calidad individual de cada apartado se camufla con los demás, resaltando en un conjunto sobresaliente.

El eje del terror en esta historia atañe a una maldición ancestral que se propaga en el momento en que un par de cazadores, conscientes de sus actos, pero ignorantes de sus consecuencias, violan las ruinas anónimas de un territorio consagrado a los mapaches, para matarlos a todos y beneficiarse con sus pieles. La maldición de los mapaches cae sobre todo aquel que entra en contacto con dichas pieles, induciéndole a un estado de sentimentalismo extremo, mezcla de fascinación y culpabilidad, que los empuja finalmente al suicidio más brutal y retorcido imaginable.

Sobre este argumento de marcado carácter Pulp, Argento desentierra sus viejas obsesiones. Lo primero que llama la atención en Pelts es la marca de la casa, el color Rojo. Los escenarios del Club de Striptease parecen arrancados de clásicos como "Suspiria" o "Inferno", igual de artísticos, seductores, siniestros y simétricos, pero mejorados, optando más por un equilibrio trabajado de luces y sombras que por la saturación, a veces caótica, de objetos visibles en pantalla. Cada plano respalda y acrecienta el mensaje que quiere transmitir la escena. Cada sombra se plantea como una amenaza subjetiva. Cada ángulo pone en evidencia la situación de un personaje. Argento reviste a Pelts con un abrigo morboso, fascinante y artístico que infunde a la sencillez de su historia un interés sin igual.

También incluye la participación de un actor profesional de la vieja escuela, como viene siendo costumbre en todas las de "Masters of Horror", John Saxon, actor mítico del cine de terror que ya había colaborado con Argento en el pasado, con su excelente giallo "Tenebre".

La provocación sigue siendo leitmotiv de sus películas, en todos lo sentidos, en todas sus posibilidades. Al igual que en "Jenifer", la carga sexual se hace notoria, morbosa, agresiva, y fundamental para hilar la historia. El delirio pasional del protagonista, un repulsivo negociante de pieles, hacia su inalcanzable stripper favorita, es el hilo sobre el que va tomando forma la historia; su lujuria egoísta indirectamente es la responsable de casi todas las muertes. Y es que este es sin duda el plato fuerte de Pelts, las muertes. Cada suicidio o asesinato es una obra de arte aislada y perfecta, de inenarrable macabrismo y belleza, y magistralmente confeccionada por los maestros del gore Nicotero y Berger. Nos queda para el recuerdo la del ayudante del cazador colocando su cara en un cepo, la de la costurera china cosiéndose toda la cara, o la del protagonista arrancándose su propia piel para ofrecérsela a su querida como abrigo.
En resumidas cuentas, una joya que brilla con luz propia, que no sólo apreciarán amantes del Gore o de Argento, sino del Terror en general.



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